viernes, 4 de marzo de 2022

LA GRAN OPORTUNIDAD PARA SEMBRAR LA PAZ ESTÁ EN NUESTRAS AULAS

                           - Carta abierta a los maestros de corazón -

       Querido maestro de corazón, ante todo decirte que entiendo por tal a todo educador que no se conforma con meramente instruir en lo importante y que, impulsado por su corazón, anhela despertar en sus alumnos su propio luz, su propia sabiduría. Esta forma de educar que suma al “educare” (meter dentro, instruir) el “exducere” (extraer de dentro) no va contra ningún sistema educativo, pues no tiene sentido destruir lo que se quiere mejorar, es pues, en sí misma, un camino de paz que no cree en la guerra contra lo que no nos termina de gustar. Si te sientes identificado por lo dicho hasta aquí o simplemente sientes curiosidad te invito a seguir leyendo.

En el momento que escribo estas palabras asistimos con horror a la invasión de Ucrania por el ejército ruso, un acontecimieto que no puede dejar de lado en su clase un maestro de corazón, pues no tiene sentido instruir sobre la historia ignorándola cuando tiene lugar y sobre todo cuando pone en peligro un valor tan importante como la paz. Si no educamos para sembrar y despertar valores humanos, ¿para qué educamos... para que nuestros alumnos cometan los mismos errores que narran sus libros de texto...? La guerra es el horror que encierra todos los horrores, pero también es una gran oportunidad para entender qué es lo que falla en nuestra forma de pensar y sentir que permite que lleguemos a ella, por cierto, nuestra forma de pensar es modelada en nuestra educación y, por lo tanto, si existen errores en ella es precisamente en la educación donde han de subsanarse. El maestro de corazón, o sea tú, tiene una gran oportunidad de ayudar a crear futuros de paz si se anima a entrar en su propia mente, en su psique heredada de ser humano, y buscar las causas de la guerra en nuestra forma de pensar y de relacionarnos. Oponernos a la guerra no basta, hay que encontrar sus causas en nuestro interior y explicarlas a nuestros alumnos, un maestro de corazón no proporciona solo conocimiento enlatado, es además científico de la vida y enseña a sus alumnos a serlo también.

Así pues, educar para la paz no consiste en meramente hablar de su importancia y leer textos de grandes pacifistas, requiere también investigar en el ser humano vivo, porque la paz en sí misma ha de mantenerse viva en nosotros sean cuales sean las circunstancias. El maestro para llevar a cabo esta labor tiene actualmente recursos que sus predecesores ni siquiera soñaron, como son el nuevo concepto de  inteligencia emocional y los libros de crecimiento personal. Menos información, a mi modo de ver, posee sobre algo vital para desarrollar la paz: la democratización de nuestras relaciones. Hechos tan lamentables como el maltrato machista y el acoso escolar tienen sus raíces en una idea totalitaria de nuestras relaciones, que tal vez no hemos podido notar por estar este totalitarismo tan sumamente extendido que nos impide tener un contraste con el que poder reconocerlo. La vida es ante todo relaciones, por eso democratizarlas es un paso obligado para mejorar el mundo y pacificarlo, para no extenderme con este tema en esta carta te invito a escuchar el vídeo que he puesto más abajo.

Tal vez te preguntes qué tiene que ver lo dicho hasta ahora con ayudar a erradicar las guerras del futuro de nuestros alumnos, la respuesta está en que una guerra entre países no es más que la sublimación de las pequeñas guerras que a veces llevamos a cabo en nuestra vida cotidiana. Es cierto que suele haber líderes pseudopsicópatas en el inicio de todas las guerras y que tal vez sean inmunes a una buena educación, pero estos líderes no llegarían al poder con un pueblo educado en la paz y en el saber reconocer cuando intentan manipularlo, ambos valores democráticos esenciales. La educación ha de crear una masa crítica en la ciudadanía que garantice la paz en el futuro y tú, querido maestro de corazón, eres una pieza clave para lograrlo, porque la educación obligatoria hace que todos los niños y adolescentes pasen por clases como la tuya, no hay una oportunidad tan grande para sembrar la paz como las aulas. 

#EducarEmpoderando



«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben edificarse las defensas de la paz».

                           Preámbulo de la Constitución de la UNESCO




1 comentario:

  1. La paz se genera desde nuestros corazones, los corazones se forman con el ejemplo, seamos maestros de ejemplo.

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